1. ¡HABLA CON TU VECINA Y VECINO!

El primer paso es saber a qué nos enfrentamos. Reflexionar acerca del problema, informarnos y preguntar todo aquello que no sabemos. Los medios pocas veces hablan de este problema y cuando lo hacen no es sobre la causa.

Hablar del Cambio Climático con la gente que tenemos alrededor ayuda a sembrar conciencia, dar magnitud al problema y sentar las bases para organizarnos para cambiar el rumbo.

4. ¿QUÉ CULPA TIENE UN TOMATE?

La agricultura y ganadería intensiva suponen un gran impacto sobre el planeta. Impactos asociados al transporte de los alimentos, a la  comercialización o al cambio del uso del suelo (por ejemplo si deforestamos un bosque para cultivar maíz o poner una granja de cerdos).

Así que no es lo mismo un producto que ha viajado miles de kilómetros, que ha sido producido en cultivos intensivos abusando del riego y fitosanitarios, y que además son envueltos en capas y capas de plástico a consumir un producto que compramos a granel, de temporada, que se ha cultivado con cariño cerca de casa y de forma ecológica y respetuosa con el ambiente.

Por ello a la hora de comprar alimentos es bueno hacerse algunas preguntas.

Aquí tienes un mapa con algunas tiendas de productos ecológicos y cercanos, pero siempre lo mejor es comprar en tu barrio y también preguntar por el origen de los productos.

 2. ECOLOGÍA EN CASA

¿Sabías que hay gente que recoge el agua de lluvia y lo aprovecha para lavar o regar, o que tiene lavadoras que funcionan como una bicicleta estática? ¡No hay límites para el ingenio!

Todo lo que gasta energía, agua y otros recursos, directa o indirectamente contribuye al Cambio climático y sobre nuestros bolsillos. Pero hay gestos caseros que suponen un pequeño paso para la humanidad y un gran paso para el planeta.

  • Usar bombillas led en vez de las convencionales.
  • Apagar el stand-by de los aparatos electrónicos.
  • Reducir el consumo de agua.

Más cosas que puedes hacer en casa.

5. RECICLA, REPARA…¡Y RECHAZA!

El residuo que menos contamina es el que no se produce. A veces es preferible no comprar un producto si no cumple nuestros criterios o al comprar, lo mejor que podemos hacer es no tener que tirar basura porque no la hemos generado, por ejemplo comprando la fruta a granel en lugar de la empaquetada.

O también arreglando aquello que se nos estropea, como llevando los zapatos al zapatero. La siguiente opción es, por supuesto, reciclar. Separar las basuras en casa o, incluso, aprendiendo a hacer algunas manualidades con algunas de ellas.

Aquí un mapa de establecimientos donde puedes reparar objetos, alquilar, hacer trueque y encontrar o vender productos de segunda mano

8. ORGANÍZATE, PARTICIPA, RECLAMA

Nunca debemos olvidar la capacidad que tenemos para conseguir grandes metas cuando trabajamos juntas y juntos.

Si consideras que las personas responsables de generar cambios a mayor escala no actúan en consecuencia con la magnitud del problema ¡es nuestro deber recordárselo!

Para ello puedes sumarte a Barrios por el clima o a otras iniciativas.

 

3. ¿CÓMO TE MUEVES?

El transporte es uno de los sectores con mayor impacto en el Cambio climático. Saber decir que no ante la tentación de coger el coche cada día para ir a trabajar o ¡compartirlo!, o usar el transporte público reduce altamente las emisiones de gases de efecto invernadero a
la atmósfera. Y del impacto que tienen los aviones, mejor no hablar.

Repensar nuestra forma de viajar o hacer turismo puede ayudar a frenar el Cambio Climático y si nos movemos en bicicleta o caminando, de paso estamos haciendo algo bueno por nuestra salud.

Aquí y aquí puedes encontrar más información de cómo movernos de forma sostenible.

                  

6. TRANSICIÓN ENERGÉTICA

Quizás no podamos forrar nuestra casa de placas solares pero sí podemos asegurarnos que la empresa que nos vende la electricidad es una empresa con valores social y ambientalmente justos. Cada vez existen más cooperativas energéticas las cuales sólo trabajan con energías renovables.

Aquí puedes conocer unas cuantas…

7. ¿CONSUMIMOS FELICIDAD?

A la hora de desarrollarnos, ¿qué es lo que realmente estamos poniendo en valor? Piensa qué te hace realmente feliz, ¿son las relaciones con tu gente? ¿Es la disponibilidad de tiempo para tu ocio, tu descanso, para estar con las personas que quieres? ¿O es consumir y comprar? El actual modelo genera falsas necesidades y sino nos paramos a pensarlo, caemos en la trampa. Párate y reflexiona.

Puedes crear tu propia receta para vivir mejor -y con menos. Los ingredientes pueden ser:
– Tus amistades
– Unas risas
– Tu familia
– Ecología para perdurar
– Tiempo para lo importante
– Cuidados
– Buena conversación

Cocina con calma y cariño ¡El resultado será exquisito!